Me estoy portando como un monje budista...
El retorno está a la vuelta de la esquina y te empiezan a pasar cosas por la cabeza, imágenes mezcladas de los últimos 4 meses y de la vida anterior, la "normal". El recorrido al trabajo, o el paisaje de la ruta 226 de Balcarce a Mar del Plata, el departamento, las salidas a cenar con mi novia, incluída la escalera que subo hasta su casa.
Pero no me siento triste ni melancólico. Sí cambiado, diferente. (Seguro cuando me vean dirán que estoy igual).
Ahora la ceremonia de clausura, las despedidas, los recuerditos para los ex-compañeros, hacer las valijas y al aeropuerto.
La vuelta: 44 horas de viaje entre las 4 escalas, reuniones familiares y con amigos, semanita perdido por ahí con mi novia y de vuelta al trabajo (estará todavía?).
El lunes 14 de abril me verán de nuevo con trabajo o buscando...
Mientras tanto estoy cerrando una etapa de mi vida que no se va a repetir, con algunas personas que no voy a ver nunca más, aunque seguro nos escribiremos hasta que nos aburramos de hacer click en el boton para responder.
Empieza otra etapa, pero de esa no voy a escribir ningún blog... Por ahora.
Un abrazo a todos los que se aburrieron de esperar que actualizara, pero que igual entran a ver si hay novedades.
Alejandro
